
Golpeo el suelo con las plantas de los pies, y la vida me sube por las piernas me recorre el esqueleto, se apodera de mi, me quita la desazón y me endulza la memoria. El mundo se estremece. El ritmo nace en la isla bajo el mar, sacude la tierra, me atraviesa como un relámpago y se va al cielo llevándose mis pesares..
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